Cuando las palabras van en una dirección y las acciones en otra, debes guiarte por la observación de los hechos.
¿Qué valor tiene una palabra que no se cumple?
Si una persona miente sistemáticamente, ¿vas a seguir creyendo lo que dice?
Piensa en un moroso ¿Morosos? No, gracias
Te dice que te va a pagar sin falta en una fecha determinada. Llega ese día, no te paga ni da explicaciones. Preguntas y te encuentras con excusas inverosímiles, como:
- “Es que he estado fuera y no te he podido hacer la transferencia”. Sabes que tiene la app del banco en su móvil y puede hacer una transferencia instantánea esté donde esté
- “Es que he intentado hacer la transferencia y no me deja. Intentaré más tarde”. Si fuera cierto que hay un fallo, no va a ser eterno, y tarde o temprano se podrá hacer la transferencia.
O tal vez razones justificadas, como:
- “Es que tengo la nómina embargada y no te puedo pagar”. Pues si la nómina está embargada, tal vez sea porque dejó de pagar a su anterior casero. En cualquier caso habrá una razón justificada para ese embargo.
Dar una segunda oportunidad
Soy partidario de esperar a que la persona que no ha cumplido su palabra contigo dé explicaciones.
La vida está llena de imprevistos que pueden afectar a cualquier persona:
- Causas meteorológicas que impiden o dificultan desplazamientos
- Fenómenos naturales como terremotos o erupciones volcánicas
- Fallos técnicos en cualquier medio de transporte
- Problemas de salud repentinos que te impiden hacer lo que tenías previsto
- Accidentes de todo tipo, de tráfico, laborales, domésticos,…
Por eso es bueno preguntar, y si no hay respuesta inmediata, dejar un tiempo para saber qué ha pasado.
La hora de la verdad
Si ya ha pasado un tiempo razonable y te encuentras con un sinfín de excusas, es hora de pasar a la acción.
Si te deben dinero por incumplimiento de contrato, considera la posibilidad de reclamarlo judicialmente. No permitas que se aprovechen de tu bondad. Todo tiene un límite.
Si no pueden pagar ese alquiler, que busquen otro más barato en http://www.idealista.es
Huye de las personas que no cumplen su palabra. Hay que hacer lo que dices para crear confianza, que es la base de las relaciones humanas.