Este post está dedicado, con todo el cariño del mundo, a ese maravilloso equipo de personas, seres de luz, médicos, enfermeras, estudiantes en prácticas, personal de limpieza, catering, mantenimiento,… que convirtieron mi estancia hospitalaria en una experiencia enriquecedora, que siempre recordaré con agrado.
Auténticos ángeles
He estado maravillosamente atendido por médicos y enfermeras que disfrutan de su vocacional profesión, auténticos ángeles a los que siempre estaré agradecido. No tengo palabras para expresar lo mucho que he recibido de ellos. Su presencia es el mejor regalo.
Mucho que agradecer
Es mucho lo que hay que agradecer Gratitud. La gratitud debe formar parte de nuestras vidas.
Es tanto el cariño que he recibido, y lo bien que me han atendido, que mi estancia en el hospital se ha convertido en una de las experiencias más bonitas del año.
Una experiencia maravillosa
Estar hospitalizado por largo tiempo, y pasar muchas horas solo lleva a reflexionar y replantearse cosas.
Al final lo más importante son las personas, los lazos afectivos, las nuevas amistades. Y disfrutar de su presencia, aprender de sus experiencias y puntos de vista. Y lo mejor está por llegar, en encuentros futuros que reforzarán amistades.
Llegar a más personas
Volveré al hospital para obsequiar a mis queridas nuevas amistades con ejemplares de este libro, que seguro que en algo contribuirá a hacer que cada año sea el mejor año para cada vez más y más personas.
Pacientes, familiares y amigos, gente a quien podemos ayudar.
Si en algo podemos ayudar a los demás, lo normal es que lo demos a conocer. Y a cuantas más personas mejor, para que sus vidas mejoren.
Para finalizar, gracias, gracias, gracias por todo.
¡Y que la salud nos acompañe a todos!